Sentimientos Olvidados

-Sí, espere un momento...- alguien abre la puerta –Sí, buenas tardes jovencito, ¿qué se te ofrece?
-Bu…buenas t…tardes señora, ¿se en… encontrará Izumi en c…casa?- Takuya estaba muy nervioso, apenas y podía hablar bien-.
-Sí, en un momento le digo que la buscas, ¿cuál es tu nombre?
-Takuya, Takuya Kanbara- respondió más calmado el muchacho
-Claro, en un momento sale- cierra la puerta y mientras Takuya queda esperando afuera, un poco nervioso. Después de unos minutos, sale Izumi.

-¡Takuya! ¡Qué sorpresa! Nunca creí que vendrías a visitarme a mi casa, es genial.
-Sí, sobre eso, Izumi, tengo algo de que hablar contigo, podemos ir un rato al parque para charlar mejor, ¿Quieres?- El chico estaba aún nervioso, y un poco sonrojado, Izumi notó eso, pero no le dio mayor importancia.

-De acuerdo, tenía mucho tiempo sin verte, así que vayamos sí quieres.- Luego gritó hacia adentro de la casa – ¡Mamá, estaré fuera un rato… volveré dentro de unas horas!
Ambos comenzaron a caminar en dirección al parque, Izumi iba muy tranquila, mirando el cielo. En cambio Takuya estaba muy nervioso, con la mirada baja y la cara toda sonrojada.

Siguieron caminando juntos un rato, hasta llegar al parque, y se sentaron en una banca. El débil soplo del viento hacía volar el cabello de Izumi, Takuya la miró y pensó que se veía muy linda, y comenzó a sonrojarse. Izumi notó eso y le preguntó:
-Takuya, ¿qué te pasa? Desde hace un buen rato te noto muy nervioso y distraído. Dime, ¿qué tienes?-
Takuya se sonrojó aun más, pero aún no quería decir nada fuera de tiempo. –Pues, la verdad es que quise tener esta cita contigo, por…. porque, t…. tú…- se puso nervioso y comenzó a tartamudear, pero intentó disimular –porque tú prometiste tener una cita conmigo, ¿recuerdas? En nuestra batalla final con Cherubimon, nos dijiste a Kouji y a mí que tendrías una cita con nosotros si volvíamos con vida de ese combate- el chico estaba muy nervioso, por lo que actuaba muy cuidadoso para no arruinar su glorioso momento.

Izumi sólo soltó una leve sonrisa, los nervios y tartamudeos de Takuya le parecían tiernos y graciosos, pero comenzaba a notar que había una razón más allá.

-Ja ja ja. ¿Sabes algo? Eres muy tierno, te ves lindo cuando te sonrojas. Además sinceramente no creí que lo recordaras, eso fue hace varios meses, y Kouji no me pidió salir, así que supuse que tú también lo habrías olvidado.

-Claro que no. Nunca olvidaría algo como eso, y menos viniendo de ti- Takuya se dio cuenta que no debió decir eso, por lo que se sonrojo más.

Izumi sabía que había algo raro en la actitud de Takuya, pero no quiso presionarlo, así que intentó cambiar el tema de conversación.

Dejó a Takuya solo un momento. Mientras ella iba a comprar cosas para que tuvieran un día de campo, el chico aprovechó ese momento para intentar reordenar sus pensamientos. Después de unos minutos, Izumi regresó con comida y algo para beber. Ambos se sentaron en el césped, y Takuya, caballerosamente, le ayudó a preparar todo para que pudieran empezar.

-Muy bien, pues entonces comencemos con nuestra cita- dijo Izumi, soltando una leve sonrisa.
-Claro, con gusto- le respondió Takuya, mientras tomaba una bola de arroz y comenzaba a comer. Seguía un poco nervioso, pero al menos podía ocultarlo refugiándose en su comida.
-Me alegro de volver a pasar tiempo contigo, ya te extrañaba… digo, los extraño a todos, y, pues eres al primero que veo después de tanto tiempo, así que estoy muy emocionada.-
-Ahh, ¿En serio? Yo también estoy muy contento, la verdad tenía muchas ganas de verte, Izumi. Eres molesta, pero aún así no sabes cuánto te extrañaba.- Takuya ya no podía disimular, así que estaba dispuesto a decirlo; mientras tanto, Izumi no sabía si sentirse halagada u ofendida por el último comentario sin embargo terminó riéndose un poco, pues sabía que Takuya era un tonto y ése tipo de comentarios eran normales en él.

Durante unos instantes, ambos jóvenes se quedaron fijamente observándose uno al otro, sonrojados, pero Takuya notoriamente más sonrojado que Izumi. Pero dicho momento se perdió ante el sonido de un celular. Era el de Takuya, quien titubeó un poco debido a la abrumadora interrupción, pero finalmente respondió al teléfono.

Después de cruzar un par de palabras con su madre, que era la que lo había llamado, se puso un poco más serio, guardó su celurar y le dijo a Izumi: -Lo siento, pero ya me tengo que ir, mamá dijo que tenemos algo importante que hacer, ya tengo que irme, perdóname Izumi.
-Ah, esta bien Takuya, entonces nos veremos otro día.- La chica bajo la cabeza y se deprimió un poco, también quería a Takuya, pero no era tan obvia con sus sentimientos. El chico se levantó y dio la media vuelta, comenzando a caminar, de pronto Izumi soltó una lágrima y grito con rabia y tristeza: -¡¡Eres un tonto!!- Mientras él volteaba, ella se levantaba y se arrojaba a sus brazos, cayendo ambos al suelo, terminando con un abrazo.

Takuya se puso muy nervioso, tanto que no pudo decir nada; Izumi se sonrojó y dijo. –Eres un tonto, cómo puede ser que después de tanto tiempo no te des cuenta de lo que siento…. ¡¡¡ME GUSTAS TAKUYA KANBARA!!!- Y sin esperar ninguna respuesta, casi como por instinto, se acercó y besó tiernamente sus labios, acción a la cuál el chico no se opuso, quedó inmovil durante unos instantes debido a la impresión, pero terminó correspondiendo el beso, en señal de que los sentimientos de Izumi eran correspondidos.